miércoles, 24 de junio de 2009

Tierra - Aire - Mar - Fuego

Inicio de una tarde mágica que culminará en la fantasía de una noche estrellada.

Una de esas estrellas fijas, constantes en mi cielo, desde ahora, serás tú.

Así, tu en tú cielo. Yo en el mío proyectaré tu esencia alrededor de mis sentidos; tu mirada entorno a mis ojos y tu sonrisa junto a mis labios.

Tu tacto permanecerá en un imaginario escalofrío que recorrerá mi piél.

Tu recuerdo.

Tu recuerdo me acompañará en el viaje espiritual de mi alma por las esferas celestianles.


Esto sólo es el cominezo del final. El final un comienzo: mi ruina circular.