
¿Destino, azahar o casualidad? Resulta curioso, los movimientos del propio destino. En ocasiones, cuando menos lo esperas, el destino parece querer abrirte los ojos y concienciarte de la realidad, o quizás hacerte reflexionar sobre temas que no deseas, aunque interiormente piensas.
Interpretando el papel de obra dramática, pasas los días, construyendo una asombrosa y gran máscara de lo que no eres, de lo que te hacen querer ser, pero que jamás has sentido ni has pretendido.
Todo es eso: una simple función, que sin darte cuenta decides representar sin saber…que el papel falso que has de interpretar ha terminado por convertirse en tu EGO, en el protagonista antagónico de tú propia persona.
Así, terminas queriendo ser lo que eres realmente, y no ser lo que estás siendo. Las personas tenemos una extraña y lúgubre tendencia a pre-ajuiciarnos, a negarnos las ilusiones y la posibilidad de alcanzar una abstracta felicidad – y digo abstracta porque así lo es o así lo siento – optando por permanecer en una insatisfacción - a todos los niveles - por temor - ¿a qué?-.
Un temor general, que ni tan siquiera sabemos de dónde procede ni a qué es debido. Curioso el ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario